El incidente desencadenante
En otro artículo anterior comentamos qué es el conflicto en la historia y por qué es fundamental. Hoy os vamos a hablar del incidente desencadenante y qué relación tiene con el conflicto.
El inicio de todo
Ya sabemos que el conflicto hace que una novela tenga acción, ya sea con persecuciones y accidentes de coches o con una dura batalla interna. ¿Pero qué hace que se produzca el conflicto?
El encargado de ello es el incidente desencadenante, también llamado incidente detonador o catalizador. Es el elemento de la historia responsable de que haya algo que contar, el que altera el equilibrio anterior y pone en movimiento la trama.
Por lo tanto, es imprescindible para que haya conflicto.
En Jurassic Park, por ejemplo, el incidente desencadenante se produce cuando Dennis Nedry apaga el sistema para robar los embriones y se abren las alambradas de los dinosaurios. Si esto no hubiese ocurrido, probablemente el viaje de Alan y Ellie hubiese ido bien y puede que el parque hubiera abierto sus puertas con normalidad.
No hace falta que sea tan extremo, muchas veces el catalizador puede ser algo sutil, como el nuevo vecino que se muda a la casa de al lado y no puedes parar de mirarlo a través de las cortinas.
El incidente desencadenante puede aparecer en el relato o haber ocurrido antes de que empiece el libro. En muchas novelas policíacas, la trama comienza con el descubrimiento del cadáver, por lo que el catalizador es el asesinato de ese personaje, previo al inicio de la narración.
¿En qué momento debe aparecer?
No hay una respuesta clave, depende de cada novela. Hay autores que prefieren introducir al lector lentamente para que se encariñe con los personajes, como quien se mete despacio en el mar hasta que le llega el agua al pecho.
En cambio, hay otros escritores más valientes que echan a sus lectores directamente a la piscina para que tengan una sensación más intensa desde el principio.
Pero, claro, esta decisión deberá ser tomada según el estilo de cada escritor.
Sin embargo, lo que sí es recomendable es que debe aparecer antes del 25 % del libro. Si no, los lectores se aburrirán de que no ocurra nada y tendrán la sensación de “¿a dónde quiere llegar? ¿por qué me está contando todo esto?”.
Un ejemplo de esto es cuando un amigo o amiga os está explicando una anécdota y en lugar de ir al grano, comienza a detenerse en detalles banales que no aportan nada. Lo más seguro es que le instes a que vaya al lío.
Pues lo mismo sentirán tus lectores si el incidente desencadenante se hace de rogar.
Las características del incidente
Para que el incidente desencadenante sea efectivo y cause gran efecto en la historia debe:
- Aparecer antes del 25 %, como hemos comentado antes.
- Suceder al o la protagonista.
- Obligar a que el/la protagonista tome decisiones.
- Causar un problema de gran envergadura como para que toda la novela gire en torno a él.
- Provocar intriga y suspense.
- Asegurar la acción.
Piensa si tu incidente desencadenante cumple estas condiciones y si tu protagonista va a ser capaz de enfrentarse a él. En ocasiones el conflicto podrá con él y deberá rendirse, pero al menos debe poder luchar, independientemente del resultado.
Si quieres dominar los incidentes desencadenantes, te recomendamos nuestro curso sobre Introducción a la creación de personajes. En él profundizamos en diseñar bien a tus protagonistas y cómo les debe afectar cada punto de giro.
Nuestra pregunta
¿Qué incidente desencadenante de novela recuerdas mejor? ¿Qué características tiene?
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2 Comentarios
A mi una de las historias en las que más me impactó el elemento desencadenante, fue en el guión de la película “El planeta de los simios” (me gustaría leerme un día la novela de Pierre Boulle, pues me comentan que se separa bastante el guión de la peli de lo que escribió este autor). De la peli me marcó, sobre todo, que se dejó para el final la explicación del origen del elemento desencadenante, y creo que de ahí me viene el gusto que adquirí por sorprender al final de mis relatos con una revelación, que, aunque se puede llegar a intuir durante el desarrollo de la historia, no es hasta el final cuando se desvela toda la información que da sentido a la trama entera.
A mí un desencadenante que me impactó fue en el libro “La lista de mis deseos”, cuando la protagonista va a por su boleto de Euromillones que había escondido y descubre que no está. La historia cambia completamente a partir de entonces y adquiere un matiz de tensión e interés maravilloso.