El conflicto en la historia
Para que un relato de ficción cree intriga y enganche al lector debe ocurrir “algo”, también llamado conflicto. Es algo imprescindible en cualquier relato porque si no, carecerá de motivos para ser contado.
Hay muchos textos en los que no hay acción y solo es una descripción de sentimientos y situaciones. Puede parecer que la trama no tiene ningún conflicto, pero os sorprenderéis al descubrir que sí.
La definición
En una de las primeras clases del Máster Oficial en Escritura Creativa dedicamos la sesión entera a hablar de este concepto.
Utilizamos de ejemplo El señor de los anillos y lo voy a mantener porque quien no haya leído los libros de J. R. R. Tolkien habrá visto las adaptaciones de Peter Jackson.
Para comenzar, definiremos “conflicto” según la RAE:
conflicto.
(Del lat. conflictus).
1. m. Combate, lucha, pelea. U. t. en sent. fig.
2. m. Enfrentamiento armado.
3. m. Apuro, situación desgraciada y de difícil salida.
4. m. Problema, cuestión, materia de discusión.
5. m. Psicol. Coexistencia de tendencias contradictorias en el individuo, capaces de generar angustia y trastornos neuróticos.
6. m. desus. Momento en que la batalla es más dura y violenta.
Hay diversas acepciones que nos acercan a la idea de “conflicto literario”. Por el momento vamos a recordar las tres primeras y la 5ª.
El objetivo
La función del conflicto es conducir la trama hacia el final. Recuperando ESDLA, el conflicto es que el anillo único de poder sigue existiendo y hay que eliminarlo en el Monte del Destino para que Sauron no recupere su cuerpo y su poder.
Este sería el conflicto externo (¿cómo que externo?). ¿Recordáis cuando al inicio del artículo dije que hay relatos en los que aparentemente no ocurre nada? Pues en ese caso el conflicto es interno, y coincide con la 5ª acepción.
Volviendo con Frodo, él tiene un conflicto interno entre destruir el anillo o quedárselo.
Por lo tanto, un conflicto externo puede ser un “combate o pelea” contra el antagonista o simplemente una “situación de difícil salida”.
Los conflictos internos serán “tendencias contradictorias dentro del individuo”, debates morales que harán que el protagonista tenga que decidir entre lo que está bien y lo que quiere hacer.
Cuanto más complejo e interesante sea el conflicto (o los conflictos, como es el caso del ejemplo), más emoción tendrá conocer el desenlace de la novela. Tampoco hay que abusar y que el protagonista tenga un conflicto tras otro con cualquier chorrada.
Lo que se suele hacer es utilizar las tramas secundarias (o subtramas) para este fin. También es recomendable que aparezca cuanto antes. Pero, ojo, no abras más frentes de los que puedas cerrar. En caso de no resolver todos los conflictos el lector sentirá que no se lo has explicado todo (como ocurrió, por ejemplo, con la serie Perdidos).
Los tipos
Dentro del externo diferenciamos dos tipos:
- Protagonista/s vs antagonista/s: la típica trama de buenos contra malos. La comunidad del anillo contra Sauron y su ejército.
- Protagonista/s vs protagonista/s: cada vez son más comunes estos conflictos, en los cuales no hay malos, ambos son grises y tú decides cuál te cae mejor.
En el caso del conflicto interno nos encontramos con otros dos:
- Protagonista contra sí mismo: sería el caso de Frodo, en el que se debate entre vencer al mal o ser egoísta.
- Protagonista contra la sociedad: este tema suele tratarse en las novelas femeninas, como es el caso de Orgullo y Prejuicio. La protagonista debe decidir entre obedecer a a la sociedad y casarse con su primo para mantener el hogar familiar, o casarse con quien ella quiera.
Si quieres dominar los conflictos en profundidad, te recomendamos nuestro curso sobre Conflictos. En él profundizamos en los tipos de conflictos y cómo introducirlos en la narración para que mantengan la tensión de la trama.
Nuestra pregunta
¿Qué conflicto crees que funciona mejor: el externo o el interno?
Etiqueta:conflicto
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2 Comentarios
Yo diría que ambos son muy necesarios para una buena historia: si el protagonista no tiene quién le de pelea desde fuera, es decir, si la historia no tiene villano, entonces ¿contra quién pelea el protagonista? Si por el contrario, la pelea se la da él mismo o ella misma, resulta todavía más interesante, porque podría darse un caso de doble o múltiples personalidades del protagonista; podría también darse el conflicto razón vs. corazón (que incluye todo lo que esto conlleva). Y poniendo una moneda con tres caras, ¿qué tal si existen ambos conflictos? Eso hace aún más jugosa la historia. Entonces yo creo que ambos funcionan muy bien, pero se deben saber manejar para no crear un revoltijo de situaciones que luego no tendrán una solución o, que al final, deba solucionarse con un Deus ex Machina, pues esto arruinaría por completo TODA la historia.
A mi me gustan más los conflictos internos. No sé si funcionarán mejor, pero me resulta muy interesante la psicología de los personajes, sus monólogos internos, los perfiles claro-oscuros, indagar y bucear desde dentro de ellos y sacarlo a la luz o insinuarlo.