Worldbuilding o cómo crear mundos
Durante las I Jornadas de Literatura Fantástica de Casa del Libro Sevilla hubo un momento de luz. En la charla que dio Concha Perea, autora de La corte de los espejos, habló sobre el worldbuilding.
Este término anglosajón suele ser, o al menos según ella nos contó, una de las mayores preocupaciones en un escritor de fantasía. Y ci-fi me atrevería a añadir. «¿Por qué lo es?», te estarás preguntando ahora que has conocido esa palabra tan terrorífica. Pues porque puede ser para ti tu mayor amigo… o enemigo.
¿Qué es el worldbuilding?
A la hora de crear una historia, el entorno en que se desarrolla es muy importante. Si se trata, además, de una novela en la que tú eres quien crea ese universo, tienes que multiplicarlo por cien.
El worldbuilding no es más que la creación de ese mundo, ese entorno, ese universo en que tu historia se desarrolla. Dentro de este concepto se incluyen todo tipo de necesidades de tus personajes.
Desde la ubicación física, su religión, cultura, tecnología, hasta las normas sociales o qué pueden y no pueden llevar forman parte del worldbuilding de tu novela. Si lo normal en tu historia es que a los bebés se les tiña el pelo de color verde nada más nacer o si los libros han de ser quemados, es por obra y gracia tuya.
En Canción de hielo y fuego, por ejemplo, Daenerys en su periplo hasta el mar Angosto pasa por la ciudad de Qarth. Allí las mujeres visten enseñando un pecho. Así, porque sí. Y no es que a Martin le gusten las tetas ni nada, es que es su moda. Pues muy bien, lo que allí es lógico en el mágico mundo de Rojo y Oro de Iria G. Parente y Selene M. Pascual sería impensable. En su propio worldbuilding, en cambio, los dioses son tan reales como tú y yo.
Aclarado qué es, continuamos para ayudarte a crearlo con la mayor calidad posible.
¿Escribes o creas?
El motivo de la preocupación de la que nos hacía partícipes Concha Perea no era otro que conseguir la mayor calidad. Para muchos escritores si un mundo está bien creado, si es lógico su comportamiento, la historia ya va a tener calidad.
Sin embargo, para otros no es más que una procrastinación literaria inmensa. Y es que, en lugar de escribir, se dedican a crear un mundo del que no escriben. ¿Qué sentido tiene saber que las abejas son de color azul y rojo si no has pasado de las tres primeras hojas?
Soy partidaria de tener claro el universo en que nos movemos y marcar qué pueden o no hacer tus personajes. Solamente de esa manera tu historia será verosímil y redonda. Pero, al mismo tiempo, creo que es más importante escribir que hacer un universo coherente en el que jamás vivirá nadie.
¿Por qué hacer worldbuilding?
¿Es posible que en este mundo tan colapsado de obras literarias estén creando universos sin historias? Lo es, y tanto que sí. Por eso es importante acompañarlo de la creación. El fondo tiene que estar, pero sin un argumento no tiene interés en sí mismo.
Sea como fuere, se trata de un aspecto de la creación literaria importante y necesario. Por ello, te vamos a dar una serie de razones por los que es fundamental que el worldbuilding de tu novela tenga sentido.
Los principales motivos por los que es tan importante que seas capaz de crear ese universo alrededor de tu novela son dos: la facilidad para el escritor y la comodidad para el lector.
Sin duda, vas a tener una labor mucho menos complicada si ya has definido algunos aspectos de tu historia mediante el worldbuilding. Y, en el caso de tu lector, ¿podrá entenderlo si no has hecho un buen trabajo?
Cómo conseguir un mundo redondo
Ya que tenemos todos clara la importancia del worldbuilding, te voy a dar un par de trucos para que parezca que lo tienes dominado antes de ponerte a escribir. Lo primero que tienes que saber es que con aportar un par de pinceladas puede ser más que suficiente.
Aunque es evidente que tendrás que incluirlo en ambos, puedes poner el foco durante las descripciones o durante los diálogos. Por lo general si has hecho un buen trabajo de worldbuilding, la voz de tus personajes será de mayor calidad. Si te decides a hacerlo en las descripciones, intenta que no sean demasiado engorrosas. No es necesario saber toda la cartografía de tu mundo si no es importante para la historia.
Por ejemplo, en tu historia tienes a unos personajes que chupan la vida de los demás a través de los muebles con los que se golpean en el dedo meñique. ¿Es necesario conocer si las montañas del norte están nevadas en otoño? Es posible que a la historia no le aporte nada. ¿O tal vez sea más importante explicar que su raza proviene de los árboles, de donde se saca la madera y que están conectados de ese modo? Oye, pues mira, eso sí.
¿Worldbuilding? Sí. ¿Dosificación? También.
Es importante que no aportemos demasiada información a la vez. Intercalarlo en la narración es fundamental para no aburrir al lector. Tom Bombadil ha quedado en nuestra memoria por un motivo.
Los diálogos, por su parte, también pueden ser de gran ayuda en el worldbuilding. Incluir pinceladas de historia de ese mundo o de anécdotas pasadas en las que se cuenta cómo juzga la sociedad, por ejemplo, es más interesante.
La tendencia actual se acerca bastante a reducir las descripciones y aumentar el diálogo. Las historias de terceros te van a ayudar muchísimo. Imagínate a dos secundarios hablando de cómo han vengado la muerte de una vaca en su pueblo. ¿Les parece bien el ojo por ojo? ¿Son pacifistas o vengativos? ¿Les conlleva una condena? ¿Son veganos? Tu lector conocerá cómo juzga la sociedad a través de las palabras de estos personajes.
Introducciones, anexos y amigos varios
Los prólogos e introducciones pueden ayudar y a tu historia. Ahí podrás incluir mucho del universo que has creado sin que moleste al desarrollo de la historia y, en cambio, ayudará al contexto.
Aquí os cuento mi caso personal. A la hora de escribir mi novela me plantee si quería hacer mil anotaciones o que la redacción fuera ligera. Se desarrolla en el siglo IX en Suecia y en el mundo de los vikingos. Sobra decir que las explicaciones de palabras, conceptos o deidades no iban a ser pocas. Lo solucioné con una introducción que aclaraba generalidades sobre el mundo en que vivían.
Gracias a ese texto pude explicar muchas cosas que me evitaron añadir miles de notas al pie. Y os diré que no soy nada amiga de las notas al pie.
La pregunta final
Todo podría resumirse en: ¿es necesario contar esto? ¿Va a ayudar de algún modo a explicar ese personaje, sus creencias o su forma de ser? Si esos datos aportan conocimientos necesarios, hacen redondo a un personaje o completan la historia, es un sí rotundo.
Si, en cambio, quieres demostrar lo mucho que sabes de ese lugar, mejor haz un anexo o introducción. Oye, y si te van bien las cosas, marcarte un Rothfuss con La música del silencio y unos eurillos que te sacas. El worldbuilding no es para lucirte como creador, sino para ayudar a tu historia.
Nuestra pregunta
¿Qué autor crees que se trabaja mejor el worldbuilding?