He acabado el NaNoWrimo, ¿y mi novela?
Por fin acabó el NaNoWriMo. ¡Felicidades, lo has conseguido! Han sido 30 días de, al principio, ilusión y, más tarde, frustración y desesperación. Pero aquí estamos, con un amasijo-de-palabras-inconexas/intento-de-novela/no-sé-exactamente-qué-es-esto de 50.000 palabras.
Tu proyecto de novela no puede quedarse en un cajón, así que tenemos que trabajar en mejorarla para que tenga coherencia, corrección y sea algo mínimamente leíble (y, quién sabe, publicable).
Un largo camino
La gran utilidad del NaNoWriMo reside en poder redactar prácticamente la novela al completo de una tacada en lugar de distraerte con la edición todo el tiempo. Lo que tienes entre manos es el primer borrador con el que trabajaremos para sacar adelante tu novela.
Si hiciste los deberes antes de comenzar el desafío del NaNoWriMo y te preparaste un planning tenemos medio camino hecho, ya que el resultado al menos tendrá un poco de orden.
En caso de que te saltases este paso, estaría bien que tuvieras un esquema (ni que sea mental) de la trama de tu novela.
Para saber si vamos por el buen camino y tu NaNoWriMo sirvió para algo debes analizar tu borrador y hacerte las siguientes preguntas:
-
¿Tu manuscrito trata algo concreto?
¿Es solo una introducción a algo más o está completo? ¿Se centra en un personaje, en buscar una solución a un problema o tiene una idea temática?
Tu manuscrito debería tener al menos un protagonista y algunos secundarios; conflictos internos y/o externos que hagan que la trama avance; y un tema del que quieras hablar en el libro (racismo, la soledad del ser humano, la importancia de los perros para la humanidad… lo que quieras, pero tienes que querer decir algo con tu libro).
Si, por contra, tu manuscrito son un conjunto de escenas sueltas que no dicen nada, tendrás que plantearte si puedes unirlas todas con algún hilo argumental o, si por el contrario, ya hemos acabado todo lo que podíamos hacer con este manuscrito.
-
¿Hay un avance con la trama?
¿Tus personajes evolucionan como consecuencia de lo que les ocurre durante la novela? ¿La trama avanza de manera lógica?
Hay que recordar que la historia debe ser un viaje: debe comenzar en un punto, que ocurran cosas y que nos lleve hasta otro punto. En otras palabras, los personajes deben experimentar un cambio a raíz de lo que les ocurre. No pueden acabar el relato siendo igual que como empezaron, a menos que se quiera reflejar esa inamovilidad con la novela.
-
¿Todas las escenas de la novela ayudan a que la trama avance?
Este punto es muy importante y es un fallo común entre los escritores. Se trata de ver qué escenas son imprescindibles y cuáles no aportan nada a la trama.
Para que el lector no tenga sensación de que hay paja en el libro, hay que seleccionar cuidadosamente todo aquello que aporta información al lector y eliminar lo que sea redundante o esté vacío de contenido.
Todo lo que haya en el libro debe avanzar en la misma dirección. Debe ayudar a explicar el tema que te has propuesto ilustrar en la novela.
Si solo haces que deambular en el relato, que tus personajes pasen de un tópico a otro y que la novela no avance de ninguna manera, probablemente tu manuscrito no vaya a funcionar.
-
¿Tiene tu manuscrito la extensión suficiente para ser una novela?
Si el material que tienes hasta ahora no tiene mínimo 150 páginas quizá deberías plantearte si tu manuscrito funciona mejor como un relato breve o una novela corta. Puede que la historia no dé más de sí y te obligue a rellenarla con escenas insustanciales para alcanzar las páginas.
Como en el punto anterior ya hemos dejado claro que nada de digresiones innecesarias, evalúa si puedes añadir elementos relevantes para alcanzar la extensión mínima o reformula su estructura para que se adapte a una novela corta o a un relato breve.
Los elementos relevantes
Ya hemos establecido cómo saber si tu manuscrito es viable para convertirse en una novela. Así que ahora llega el trabajo de verdad: la poda.
Utilizando esta metáfora sobre jardinería, tu novela ahora mismo está llena de ramas que han crecido de más y sobresalen, hay trozos que no han crecido lo suficiente y hay que igualar con los de alrededor… Sí, muy visual, pero ¿cómo lo consigo?
En este punto debes identificar cuáles son los aspectos con más potencial de tu manuscrito. Entonces destácalos y dales mayor importancia.
-
¿Hay algún personaje o relación entre personajes (no necesariamente amorosa) que tenga mayor complejidad que el resto?
Piensa si hay algún personaje que te resulte particularmente más interesante. Tiene que ser un personaje complejo, con conflictos internos y externos que logren que el relato adquiera ese suspense necesario para que funcione cualquier novela.
Centra la trama en la obtención de su objetivo y en su evolución.
-
¿Hay algún evento en tu manuscrito que pueda tener repercusiones mucho más allá de lo que planteaste inicialmente?
Quizá has pasado por alto un evento de tu novela que puede dejar “secuelas” en tus personajes de una manera mucho más profunda de lo que planteaste.
Un ejemplo sería que el protagonista tenga una fuerte discusión con su mejor amigo sobre cómo se siente abandonado por el amigo desde que tiene novia. En realidad decidiste incluir este evento en el relato para que tu protagonista fuera a un bar tras la discusión y allí conociera a alguien con quien tendrá una relación sentimental.
Párate en este punto. ¿Cómo afectará esta discusión en el tiempo a tu protagonista? ¿Durante cuánto tiempo tendrá la sensación de abandono? ¿Volverá a confiar en su amigo? ¿Su amistad se romperá para siempre?
Cada evento de la trama tiene consecuencias en los personajes y debes calcular de una manera precisa sus repercusiones.
-
¿Hay algún tema que se repita en todas las escenas sin que lo hayas planteado?
Siguiendo con el ejemplo del punto anterior, imagina que en tu novela quieres reflejar cómo puedes encontrar el amor en el momento menos pensado. Pero tu protagonista tiene discusiones con todos sus amigos porque es el único soltero, siempre se siente el segundo plato…
Sin ser consciente, puede que tu manuscrito esté hablando de otros temas que no era el principal que planteaste. Identifícalos, decide si ayudan a la trama o la distorsionan y, en caso de que creas que es positivo, poténcialos.
No se trata de aumentar la cantidad de confrontaciones. Aumentar su repercusión y haz un análisis en la novela de cómo afecta a los personajes esa situación. En definitiva, trata el tema en profundidad.
Una vez hayas identificado el verdadero potencial de tu manuscrito y sepas convertirlo en una auténtica novela, ya estarás preparado para dar un paso más y lanzarte a publicarlo.
Mucha suerte, estás más cerca de conseguirlo.
Nuestra pregunta
¿De qué has pecado en este NaNoWriMo? ¿Qué elemento innecesarios has incluido en tu novela? ¿Qué elementos vas a potenciar del manuscrito?
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.
2 Comentarios
Gracias por este artículo. Es buenísimo y me ha hecho reflexionar mucho. Creo que el proceso de edición es TAN difícil. El proceso de creación es empujar y tirar pa’lante, pero el de edición supone tantas dudas… Este artículo tiene preguntas realmente interesantes y prácticas. Sería genial leer más artículos de este tipo, respecto al proceso de edición de un manuscrito 🙂
En mi NaNo no terminé la novela, y aún le queda para terminar… Lo cierto es que no sé si volver al principio y empezar a editar, o si terminarla y luego editar. Ahora tiene unas 115 páginas y pienso que llegará a las 250. Difícil decisión…
Ufff, como escritora con varias novelitas sin publicar en su haber (la mayoría sin terminar, porque se me ocurre otra idea, la empiezo y así vamos xDD aunque siempre escribo todas, valga decir) he de decir que siempre cuesta mucho quitar algunas escenas… Si las he escrito, tengo la sensación de que tienen que estar ahí, así que el 99,9% de las veces no sé qué es paja y qué es necesario. Al menos siempre intento hacer estos “rellenos” entretenidos… y si hace falta los edito para que sean relevantes. Es que no sé, quitar esas escenas que he parido me duele xD
Soy mala escritora OTL