El viaje que hace a un héroe

Una historia en la que interviene un héroe es más compleja de lo que podamos creer.  El héroe es mucho más que una personalidad plana dotada de poderes o fuerzas sobrenaturales en busca de un fin concreto. Es un símbolo de la voluntad, del control y la constancia, trabajados con dureza a lo largo de un camino muy complejo.

Pero ¿por qué el héroe se ve obligado a demostrar sus cualidades en un penoso vía crucis en lugar de buscar un plano más discreto y seguro? Sencillamente, porque estamos ante un individuo que sacrifica todo por una idea u objetivo titánico que finalmente se queda pequeño al lado de una personalidad arrolladora que se ha ido formando en todo ese camino. De ahí que resulte tan especial como atractivo.

Las etapas del viaje de un héroe

En la aventura, en el camino a lo desconocido, el mito del héroe se hace fuerte ante el lector. Es un viaje que cuenta con una serie de fases y que se conoce popularmente como el monomito.

Nos encontramos frente a un transcurso estudiado que hace de lo ordinario algo realmente especial, tal como Víctor Blanco reconoce en su artículo del viaje del héroe aplicado a la narrativa actual, concretamente al fenómeno de Stranger Things.

 

1. El inicio de la aventura

Sentir una necesidad imperiosa de lanzarse a la aventura sin pensar suele venir motivada por un acontecimiento de peso. Es un argumento dedicado a encumbrar a lo largo de muchas ficciones a numerosos héroes.

El punto de partida está claro: nuestro personaje vive de forma ordenada y apacible hasta que un día su rutina se ve interrumpida por un suceso que lo cambiará todo. Aquí es donde puede entrar la vena más dramática del escritor y precipitar la acción con un asesinato que despierte el deseo de venganza de la protagonista, o buscar, por el contrario, un pasatiempo algo más ameno pero no sencillo, como puede ser custodiar el mismísimo Anillo Único.

De cualquier manera, se produce el despertar del yo y a partir de este punto será difícil retornar a la normalidad. El camino se ha iniciado sin remedio…

 

2. El rechazo de la llamada

El héroe no sabe que tiene una importancia determinante en la aventura. Por eso su primera reacción será negar su papel ante esa historia.

Surge aquí la denominada fase de rechazo donde los primeros miedos e inseguridades frente al nuevo destino nos dejan al descubierto a un individuo con valores humanos que terminarán por ser su principal instrumento para convertirlo en todo un héroe.

 

3. Ayuda sobrenatural

Puede ser una varita mágica, una lámpara con un genio o un mentor con todavía más genio quien, llegados a este momento del viaje, le eche un cable a nuestro héroe para que su hazaña empiece a cobrar sentido y llegue a buen puerto.

Esta ayuda sobrenatural aparece en forma de consejos, sueños, poderes o enseñanzas y será clave para que el viaje no se paralice.

 

4. El umbral

Es la línea que marca la transición de lo ordinario a lo extraordinario. Se trata de un límite que una vez cruzado ya nunca nos devolverá a la normalidad.

Este paso obligado en el viaje nos lleva a lograr por ejemplo, como es el caso de Spiderman, que los poderes de una araña, mezclados con el peso de la culpa, sirvan para entender que toda destreza conlleva una gran responsabilidad. Este punto resulta clave en la ficción y para la evolución del personaje.

 

5. El enfrentamiento de los miedos

Una de las primeras hazañas de un héroe la encuentra en sí mismo. La superación de sus fobias y miedos serán claves para poder ver detalles de que estamos ante alguien especial.

Llegados a esta etapa, el héroe indaga en su interior para dejarnos ver que todo lo que se propone acaba venciéndose siempre con voluntad. Puede parecernos cómico, pero hasta Batman tuvo que superar su miedo irracional a los murciélagos. Un poco paradójico, ¿no creéis?

 

6. El camino de las pruebas

Como mejor se puede definir un personaje es poniendo al límite sus cualidades. Aceptado el destino, su viaje pasará por todo tipo de pruebas para que el héroe refuerce con ello su disposición.

En este tramo me veo en la obligación de pedir que tampoco se explote al héroe hasta la extenuación. Ahí tenemos el ejemplo de los trabajos de Hércules, que no contentos con uno le reclamaron hasta doce para considerarlo casi un dios.

 

7. El encuentro con el amor

En este punto del viaje el protagonista de la historia encuentra el amor. Bajo su versión romántica, maternal o filial, el héroe sucumbe a la magia del sentimiento más universal. Una condición tan humana que nos ofrece la visión de lo que es realmente auténtico.

 

8. Las tentaciones

Toda ficción para que tenga cierto grado de tensión debe contar con ápices de maldad. Para ello se utilizará el ingrediente de la tentación o vicio en el que cae el héroe. Es una prueba definitiva para valorar la madurez y voluntad del personaje. Puede presentarse, dependiendo de la creatividad, en forma de dinero, fama, amor o poder.

Vemos una caída momentánea en los infiernos que será más valorada por el lector si además esa tentación es una de las mayores debilidades del héroe. El hecho de llegar a rebelarse al lado oscuro y ganarle la batalla será siempre recompensado. En su superación estará el ascenso.

 

9. El enfrentamiento con el ente superior

El viaje llega a su final y el héroe se enfrenta a sus miedos y a una fuerza superior. Creyendo que ha agotado todos sus recursos y cuando la esperanza está prácticamente perdida, termina por crecer más allá de lo esperado y se convierte él mismo en ese ser superior.

Con esta última prueba el héroe cumple su destino y logra el objetivo. Tendrá entonces que regresar al mundo ordinario, pero ya nada será igual. Él habrá aprendido, crecido y ganado en corazón. Su mejor victoria será demostrar que en lo cotidiano se puede llegar a ser muy superior. Y es que hasta un hobbit si se lo propone, puede hacer proezas destinadas a gigantes. Lo importante es el camino que le ha llevado a consagrarse como héroe.

 

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Nuestra pregunta

¿Con qué héroes de la narrativa te identificas?